5 lugares imprescindibles cerca de Tánger, Marruecos

¿Te gusta el contenido de este blog y quieres ayudarnos? Haz clic aquí para saber cómo

A Tánger se la denomina «la puerta de África». Es una ciudad vibrante y llena de historia, donde la influencia europea y árabe se mezclan en una fascinante combinación cultural. Hoy en día es una ciudad muy moderna, tras las fuertes inversiones para actualizarla y hacer de ella un aparador para los turistas que pasan un día en ella en excursiones cortas desde España, cruzando el estrecho de Gibraltar.

Más allá de sus calles y bulliciosos mercados, la región alrededor de Tánger ofrece lugares que merece la pena visitar. Si buscas una experiencia completa durante tu visita a Tánger, si tienes tiempo y manera de desplazarte, no te pierdas estos cinco lugares imprescindibles cercanos a Tánger.


1. Cabo Spartel

Ubicado a unos 14 kilómetros al oeste de Tánger en la montaña, Cabo Spartel es un punto icónico que marca el encuentro entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. Este cabo, famoso por su faro histórico construido en 1864, ofrece unas vistas impresionantes sobre el mar y es ideal para una escapada de medio día, por ejemplo. Puedes llegar en autobús público, taxi o coche.

El recinto privado tiene una entrada económica. Éste es un lugar lleno de historia: se dice que Cabo Spartel fue testigo de importantes eventos marítimos militares a lo largo de los siglos. Su posición estratégica lo convierte en un punto de interés tanto para los amantes de la naturaleza como para los entusiastas de la historia. En los días despejados, las vistas son simplemente espectaculares, con el océano extendiéndose hasta donde alcanza la vista.

En Cabo Spartel encontrarás también restaurantes donde podrás degustar platos locales mientras disfrutas de la brisa marina. Eso sí, a precio más turístico que en Tánger ciudad.

2. Jardines Rmilat

Los Jardines Rmilat, también conocidos como Perdicaris Park, son un oasis natural a pocos minutos de Tánger. Se pueden visitar de camino a Cabo Spartel o de regreso de éste.

Este parque de bosques densos contiene infinidad de caminos serpenteantes, algunos de ellos con impresionantes vistas al mar. Es un lugar ideal para quienes desean alejarse del bullicio de la ciudad. Pasear por sus cuidados senderos es un refugio del bullicio de la medina o la ciudad en sí.

El parque está situado en una zona elevada, lo que ofrece vistas panorámicas inigualables del Atlántico. Además, es hogar de una rica biodiversidad, con árboles centenarios, aves y una flora variada. Es un lugar frecuentado tanto por locales como por turistas que buscan un espacio para relajarse, hacer un picnic o simplemente desconectar del mundo.

3. Gruta de Hércules

A tan solo 5 kilómetros de Cabo Spartel se encuentran las legendarias Grutas de Hércules, un destino imprescindible para los visitantes de Tánger. Estas cuevas naturales no solo destacan por su belleza, sino también por las historias y mitos que las rodean. Dice la leyenda que Hércules descansó aquí después de completar uno de sus doce trabajos, el de separar los continentes de Europa y África.

La gruta principal tiene una apertura hacia el mar que recuerda la forma del continente africano, si se le añade unas gotas de imaginación. Además, en el interior hay formaciones rocosas muy interesantes.

Esta cueva ha sido utilizada a lo largo de los siglos como refugio y lugar de extracción de piedra, lo que añade una capa adicional de interés histórico.

4. Playa «Buendía» (Bohuendia)

Si buscas un rincón costero donde relajarte y disfrutar del mar, la Playa «Buendía» (Bohuendia) es el lugar ideal. Situada en un entorno natural espectacular, entre Cabo Spartel y la Gruta de Hércules, esta playa destaca por sus vistas panorámicas del Atlántico y su atmósfera relajada. Es especialmente famosa por los bares ubicados en los acantilados, desde donde podrás contemplar puestas de sol inolvidables mien Si visitas este lugar al atardecer, te esperará el espectáculo natural de la puesta de sol sobre el horizonte oceánico.

5. Assilah

A tan solo 40 kilómetros al sur de Tánger se encuentra Assilah, una joya costera conocida por su encantadora medina blanca y sus murallas históricas. Puedes llegar fácilmente en tren o coche (aunque la estación de tren está un poco lejos de la medina o casco histórico).

Assilah es famosa por su Festival Internacional de Artes, durante el cual los artistas de todo el mundo pintan murales en las paredes de la ciudad. Este evento anual transforma las calles en una galería al aire libre que atrae a visitantes de todas partes.

Su tranquila medina es un lugar perfecto para perderse entre sus estrechas calles, descubrir tiendas de artesanía local y disfrutar de la gastronomía marroquí en alguno de sus acogedores restaurantes. Los vendedores aquí son muy tranquilos y no tan intrusivos como en Marrakech o Fez.