Viajar a Kirguistán en 4×4 en invierno, especialmente si no se planean realizar deportes de nieve o expediciones invernales, podría parecer una mala opción. Sin embargo, es una experiencia única y que sorprende mucho. Aunque las temperaturas descienden considerablemente, los inviernos en Kirguistán no son tan implacables como podrían parecer. Las zonas más bajas del país, como Bishkek o la región del lago Issyk-Kul, mantienen temperaturas que rondan los 0 grados centígrados, con las noches siendo más frías y los días más suaves. La nieve cubre el paisaje y, aunque algunas carreteras pueden presentar hielo o nieve, las principales vías de comunicación están bien mantenidas y limpias, permitiendo la circulación fluida para los locales.
Si deseas explorar esta región en invierno, con sus paisajes nevados y vistas impresionantes, te recomendamos alquilar un 4×4 (con un precio aproximado de 80 dólares por día). Esto te permitirá disfrutar de una ruta de 3 o 4 días alrededor del lago Issyk-Kul, partiendo desde Bishkek.
Día 1: Bishkek – Karakol
Este es un día largo, pero perfectamente realizable si se comienza temprano por la mañana. La carretera que parte de Bishkek es una autovía de dos carriles con un límite de velocidad de 90 km/h. Ten cuidado con los radares, ya que son bastante frecuentes.
A medida que te alejas de la ciudad, la carretera va rodeando la frontera con Kazajistán, lo que ofrece una oportunidad única de ver ambos países en una sola escena. A tu izquierda, podrás ver el país vecino mientras conduces por Kirguistán.
Una vez que llegues a Kemin, las montañas empiezan a hacerse notar. La autovía continúa a través de un cañón estrecho, siguiendo el curso del río junto a la vía del tren. A medida que avanzas, el paisaje se va volviendo más impresionante. La carretera te llevará hasta Balichky, donde deberás tomar un desvío hacia el sur del lago Issyk-Kul.
La carretera, renovada en algunas secciones, atraviesa pequeños pueblos y paisajes pintorescos hasta llegar a la primera parada del día, aproximadamente 4 horas y media después de salir de Bishkek: el cañón de Skazka.
El Cañón de Skazka: un paisaje de cuento en invierno
El cañón de Skazka, que se traduciría como «Cañón de Cuento» («Fairytale Canyon» en inglés, como también se le conoce), es uno de los destinos más populares de la región del Issyk-Kul. En invierno, este lugar adquiere un aire mágico donde sus formaciones de tierra rojiza y naranja contrastan con el manto blanco de nieve. Las capas de hielo que se acumulan en las rocas y el suave resplandor del sol invernal hacen que el cañón parezca sacado de un cuento de hadas (de ahí su nombre).
El cañón ofrece varios senderos para explorar a pie, aunque en invierno es recomendable hacerlo con precaución debido al hielo. A pesar del frío, la belleza del paisaje sigue siendo cautivadora, y la tranquilidad del lugar lo convierte en una parada perfecta para tomar un respiro y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Cerca del cañón de Skazka hay varios lugares donde puedes acercarte a la orilla del lago Issyk-Kul. Merece la pena hacer una breve parada para acercarse al agua y contemplar la inmensidad del paisaje, y escuchar el agradable ruido de las olas en completo silencio, pues por estas fechas no hay nadie, prácticamente, en esta zona. ¡La sensación de estar sólo en plena naturaleza es increíble!
Tras visitar el Cañón de Skazka, la siguiente parada es el monumento a Gagarin, situado en el pintoresco valle de Barskoon. Este monumento rinde homenaje al cosmonauta soviético Yuri Gagarin, quien fue el primer ser humano en viajar al espacio. El valle de Barskoon es uno de los más bellos del sur del lago Issyk-Kul: es como adentrarse en un valle de los Alpes a apenas 5 minutos del paisaje de «tierras raras» (badlands) que domina la orilla del lago. La carretera de entrada y salida al valle es la misma, lo que te permite disfrutar del paisaje en ambos sentidos. El contraste entre las cumbres nevadas y los valles profundos crea una atmósfera única, perfecta para hacer una breve parada y tomar algunas fotos.
Puedes adentrarte tanto como quiera en el valle: hay un paso de montaña de 3.600 metros, pero siendo invierno, quizás no puedas llegar a él. En todo caso, merece la pena visitar el valle hasta donde se pueda, y luego retroceder para volver a la carretera que rodea el lago.
Continuamos hacia Karakol, pero por hoy omitimos la visita al valle de Jety-Oguz, uno de los destinos más emblemáticos de la región. Hemos decidido reservarlo para la siguiente mañana, cuando los rayos del sol iluminen mejor las formaciones rocosas, destacando sus colores rojizos y naranjas. Este será un paisaje aún más impresionante con la luz de la mañana y el sol iluminando las formaciones de manera directa y no a contraluz.
Nuestras recomendaciones de alojamiento en Karakol son:
Hotel 78, más moderno, reformado, con buenas habitaciones, aunque con un precio más alto en relación a la media. Tiene buen restaurante y parking vigilado.
Vavilon Guesthouse: una casa de huéspedes muy acogedora, renovada, y con precio asequible. No dispone de restaurante y en invierno no hacen desayunos.
Día 2: Karakol – Cholpon Ata
En este segundo día, el viaje por Kirguistán en 4×4 continúa hacia el norte, hacia Cholpon Ata. Sin embargo, si prefieres tomártelo con calma, puedes optar por quedarte una noche más en Karakol, explorar la ciudad y disfrutar de su ambiente tranquilo. Además, Karakol cuenta con una estación de esquí cercana, ideal si quieres disfrutar de deportes de nieve durante el día.
Nuestra primera parada del día será Jety-Oguz. Este lugar es famoso por sus formaciones rocosas en forma de «siete torres rojas» que se alzan majestuosamente sobre el paisaje. Es por estas formaciones que se le conoce como «El Valle de los Siete Toros». En invierno, de nuevo (como en Skazka) el contraste entre las rocas rojizas y la nieve blanca crea una estampa única. La carretera para llegar hasta el valle puede estar cubierta de nieve o hielo, por lo que se recomienda precaución, aunque los locales la mantienen en buen estado y la transitan regularmente con sus coches utilitarios.
De regreso en Karakol, una de las paradas obligadas es la iglesia de la Santísima Trinidad, hecha completamente de madera (ubicada aquí: https://maps.app.goo.gl/u4fVBDvQyH1BS8hC9). Esta iglesia, construida en el siglo XIX con un diseño tradicional ruso, es única en la región, y su historia se remonta a los tiempos del Imperio Ruso. Durante la época soviética, la iglesia fue utilizada para diversos fines, pero hoy sigue siendo un importante lugar de culto para la comunidad ortodoxa rusa en la región. La iglesia es una de las principales atracciones de Karakol.
Ruta hacia Kojoyar y las gargantas de Grigoryevka
Tras nuestra visita a Karakol, continuamos nuestra ruta hacia el norte, en dirección a Kojoyar, un pequeño pueblo ya en la parte norte del lago y que es el punto de entrada al valle de Kyrchyn (está indicado con un cartel marrón en inglés y ruso, habitualmente los lugares turísticos se indican con este tipo de carteles). Este valle es una de las zonas más espectaculares para explorar en 4×4. Desde allí, siguiendo la pista, llegamos al siguiente valle hacia el oeste, el de las gargantas de Grigoryevka, un paso impresionante rodeado de montañas cubiertas de nieve y bosques de pinos.
La ruta a través de este trayecto sólo es posible en 4×4 con ruedas de invierno debido al difícil terreno. Las pistas requieren de una conducción prudente, en función de la cantidad de nieve acumulada, aunque el constante paso de coches por aquí la suele compactar y crea roderas que facilitan la circulación.
El paisaje es absolutamente espectacular: montañas cubiertas de nieve, bosques de pinos y paisajes abiertos de gran belleza. Son dos los puntos que destacan en esta ruta: una vez llegas al fondo del valle de Kyrchyn y te encuentras en un inmenso plató rodeado de montañas, y cuando haces el pequeño puerto de montaña de descenso hacia las gargantas: desde arriba la vista del valle completamente nevado es, sencillamente, espectacular.
Asegúrate de estar atento al pronóstico del tiempo, ya que si ha nevado mucho, algunos tramos pueden ser inaccesibles o peligrosos. No obstante, los locales suelen transitar por estos caminos durante todo el año, disfrutando del aire fresco y de la belleza natural de la región. En la entrada de cada uno de los valles hay una barrera que, en caso de estar intransitable, estaría cerrada.
Seguimos nuestra ruta hacia Cholpon-Ata, la ciudad de veraneo por excelencia en la región del Issyk-Kul. Aunque en invierno la ciudad pierde el bullicio habitual de los turistas de verano, mantiene en parte su encanto, con montañas nevadas rodeándola por el norte y el lago por el sur.
En verano, Cholpon-Ata es conocida por sus playas a orillas del lago Issyk-Kul. Ahora en invierno las playas, desiertas y parcialmente cubiertas de nieve, ofrecen una vista única y solitaria del lago. Buen momento para disfrutar de la quietud del entorno.
Si te interesa conocer más sobre la historia y la cultura local, puedes visitar el Museo Histórico de Cholpon-Ata, que alberga una colección de artefactos históricos, incluyendo estelas y petroglifos antiguos que datan de la época preislámica. Por cierto, la ciudad es famosa por sus petróglifos (grabados en roca) en la zona cercana al antiguo aeropuerto, hoy en día abandonado.
Si decides alojarte en Cholpon-Ata, una opción recomendable es el Hotel Olimp, que cuenta también con un buen restaurante. En invierno, este hotel tiene un precio relativamente razonable para una habitación doble con desayuno (5.000 som, unos 60 EUR al cambio).
Día 3: Cholpon-Ata a Bishkek, pasando por Chon-Kemin y Burana
El tercer día marca el regreso, pero aún nos esperan algunos de los paisajes más impresionantes de la región. La carretera por el norte del lago Issyk-Kul es relativamente monótona, pero la belleza natural de los alrededores sigue presente. A nuestra izquierda se extiende el lago Issyk-Kul y, a la derecha, las montañas de Tian-Shan se elevan majestuosamente, separando Kirguistán de Kazajistán.
A medida que nos acercamos a Balichky, nos encontramos nuevamente en la misma carretera que tomamos el primer día, pero en sentido contrario. Las vistas quizás son aun más impresionantes que las del primer día, en el sentido en el que circulamos ahora, especialmente con la nieve cubriendo las montañas que ahora son visibles como una gran «pared» en el horizonte desde unos kilómetros antes de llegar a Balichky.
Valle de Chon-Kemin
A continuación, recomendamos hacer una incursión en el valle de Chon-Kemin. La entrada al valle tiene un pequeño coste de aproximadamente 400 som en verano, pero ahora en invierno no se paga. Es un valle alpino que se va estrechando a medida que se avanza por él. Está rodeado de montañas de altura media (comparadas con otras montañas de Kirguistán).
El asfalto termina a unos 20 km de la entrada, dando paso a una pista que se adentra en el valle. Si bien no recomendamos ir demasiado «adentro» debido a que la zona es pre-fronteriza y requiere permisos especiales (hay un punto de control en cierto momento). El punto final de esta ruta podría ser este o anterior a éste: Chon-Kemin Valley. Una vez llegados a él, hay que volver por el mismo camino. A mi parecer, la vista es mejor de vuelta (salida del valle) que de ida (entrada al valle).
La Torre de Burana
Tras nuestra visita al valle, regresamos a la carretera principal y seguimos nuestro camino hacia la torre de Burana. Esta antigua torre de minarete, que data del siglo XI, es uno de los principales sitios históricos de Kirguistán. La torre formaba parte de una antigua ciudad medieval en el Valle de Chui y es todo lo que queda de lo que fue un importante centro comercial y cultural en su época. La torre, de unos 25 metros de altura, está rodeada por un campo de petroglifos y tumbas de la antigua cultura de los selyúcidas, lo que la convierte en un sitio interesante para los amantes de la historia y la arqueología. La entrada cuesta 300 som.
Regreso a Bishkek por la ruta de montaña
Para evitar la carretera principal y descubrir una parte menos transitada de la región, recomendamos tomar una ruta alternativa hacia Bishkek, atravesando pequeños pueblos en las faldas de las montañas. Pasaremos por Syn-Tash (Сын-Таш) y luego nos dirigiremos hacia Karagai Bulak (Карагай-Булак), antes de llegar a Koy Tash (Кой-Таш), a las puertas de Bishkek.
Esta ruta es mucho más interesante que la autopista principal, ya que atraviesa montañas, bosques y pequeños pueblos, siempre con las montañas a la izquierda y el valle de Chuy a la derecha.
Una vez de vuelta en Bishkek, habrás completado una ruta de 3 días que te ha llevado por algunos de los paisajes más bellos del norte de Kirguistán.
El norte de Kirguistán en 4×4 es posible en invierno, ¡y merece la pena!
El viaje de regreso marca el final de una experiencia única en invierno, con paisajes nevados, valles impresionantes, antiguas ruinas y monumentos que han resistido el paso del tiempo. Este recorrido por el norte de Kirguistán en 4×4 es una aventura ideal para quienes buscan explorar este fascinante país en su versión más tranquila, remota y menos concurrida. Con la nieve cubriendo el paisaje y las montañas como telón de fondo, Kirguistán en invierno se convierte en un destino mágico y lleno de sorpresas.
Redactado en enero de 2025.