Guía completa para visitar Samarcanda

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Samarcanda es uno de esos nombres que resuenan en la historia con un halo mítico. Situada en el corazón de Uzbekistán, esta ciudad fue un enclave clave de la Ruta de la Seda, donde caravanas de mercaderes, exploradores y sabios se encontraban en su camino entre Oriente y Occidente. Hoy en día, Samarcanda es un destino imprescindible para quienes viajan a Asia Central: un lugar en el que historia, cultura y vida cotidiana se entrelazan en cada rincón.

Samarcanda, aunque hoy forma parte de Uzbekistán, también tiene un profundo vínculo con la cultura tayika. El pueblo tayiko la considera parte esencial de su herencia histórica, no desde una visión política de recuperarla, sino como un reconocimiento a las raíces persas y tayikas que impregnaron la ciudad durante siglos. De hecho, la lengua persa (antecesora del tayiko actual) fue la principal lengua de la administración, la poesía y la ciencia en Samarcanda durante la época de Tamerlán y de su nieto Ulugh Beg.

Este cruce de influencias explica por qué Samarcanda se percibe como un auténtico punto de encuentro de pueblos y culturas: uzbekos, tayikos, persas, árabes, turcos y mongoles dejaron su huella en la ciudad, convirtiéndola en un mosaico histórico que todavía hoy se refleja en su arquitectura, sus tradiciones y en la identidad compartida de Asia Central.

En esta guía encontrarás qué ver y qué hacer en Samarcanda, consejos prácticos para organizar tu viaje, la mejor época para visitarla y cómo llegar desde Europa o desde otras ciudades de Uzbekistán.

El Registán, el corazón de Samarcanda

El Registán es el icono indiscutible de Samarcanda y uno de los conjuntos arquitectónicos más impresionantes del mundo islámico. Su nombre significa literalmente “lugar de arena” en persa, ya que en sus orígenes era una explanada cubierta de arena donde se celebraban mercados y actos públicos. Con el tiempo, la plaza fue transformándose hasta convertirse en el centro neurálgico de la ciudad: aquí se reunían mercaderes, se organizaban mercados y se proclamaban las leyes.

Lo que hace especial al Registán son sus tres majestuosas madrazas, auténticas joyas del arte islámico:

  • Madraza de Ulugh Beg (siglo XV): construida por el nieto de Tamerlán, Ulugh Beg, que además de gobernante fue un gran astrónomo y científico. Su fachada está decorada con mosaicos geométricos y estrellas, un guiño a su pasión por el cosmos.
  • Madraza Sher-Dor (siglo XVII): destaca por la singularidad de su fachada, decorada con dos tigres que portan soles humanos en el lomo. Una representación poco común en el arte islámico, que generalmente evita las figuras animales.
  • Madraza Tilya-Kori (siglo XVII): su nombre significa “adornada de oro”, y basta entrar en su sala principal para comprenderlo: un espacio deslumbrante donde la cúpula dorada refleja la luz y parece infinita.

👉 Recomendación de visita: dedica unos 30-40 minutos a recorrer cada madraza, entrar en sus patios, observar las celdas de los antiguos estudiantes y detenerte en los detalles decorativos.

👉 Consejo extra: vuelve al Registán de noche. La iluminación resalta las formas y colores de las tres madrazas, creando una atmósfera mágica imposible de olvidar. El show de música y luces es un buen telón de fondo para sentarse en la plaza y admirar su esplendor.

Que Ver En Samarcanda Genomada 1897

Mausoleo de Amir Timur (Gur Emir)

El Gur Emir es otro de los lugares imprescindibles que ver en Samarcanda. Se trata del mausoleo de Amir Timur (Tamerlán), el gran conquistador del siglo XIV que convirtió a la ciudad en la capital de su imperio.

Su arquitectura influyó en muchas construcciones posteriores, incluido el Taj Mahal en India. Al entrar, lo primero que sorprende es la imponente cúpula turquesa y el interior ricamente decorado con mosaicos, estuco y pan de oro.

En la sala principal se encuentran las tumbas de Tamerlán, de algunos de sus hijos y de su nieto Ulugh Beg. La lápida de jade verde de Timur es una de las piezas más emblemáticas del conjunto.

👉 Consejo «fotógrafo»: si visitas el Gur Emir al atardecer, la luz del sol cae sobre la cúpula y el conjunto adquiere un tono dorado espectacular.

Shah I Zinda, la ciudad de los mausoleos

El Shah I Zinda (traducido como El Rey Viviente) es uno de los lugares «mágicos» de Samarcanda. Este complejo funerario está formado por una serie de mausoleos decorados con mosaicos en tonos azules y turquesa que brillan con la luz del sol.

Se cree que aquí está enterrado Kusam ibn Abbas, primo del profeta Mahoma, lo que convierte a Shah I Zinda en un lugar sagrado para los musulmanes. El acceso se hace subiendo una escalinata que conduce a una especie de callejón bordeado por mausoleos de diferentes épocas, desde el siglo XI hasta el XV.

La visita puede hacerse en menos de una hora, pero merece la pena recorrerla con calma, deteniéndose en los detalles de cada edificio. El silencio y la espiritualidad del lugar lo convierten en toda una experiencia.

Siyob Bazar, el mercado de Samarcanda

Si quieres conocer la vida cotidiana de los uzbekos, nada mejor que dar un paseo por el Siyob Bazar, el mercado más grande y animado de Samarcanda.

Aquí encontrarás de todo: especias, frutas secas, dulces tradicionales, pan recién hecho (non), ropa y productos locales. Es el lugar perfecto para comprar recuerdos auténticos y practicar un poco de regateo.

Consejo: prueba las nueces y los higos secos, que son de una calidad excelente.

Observatorio de Ulugh Beg

Además de ser un gran gobernante, Ulugh Beg fue uno de los astrónomos más importantes de su tiempo. A las afueras de Samarcanda mandó construir un observatorio en el siglo XV, considerado uno de los más avanzados del mundo en aquella época.

Hoy se conserva parte de su gigantesco sextante, con el que calculaba con gran precisión las posiciones de los astros. La visita al Observatorio de Ulugh Beg es breve pero my interesante para los interesados en la ciencia y la historia.

Otros lugares interesantes en Samarcanda

Aunque los monumentos anteriores son los principales, la ciudad ofrece más rincones que merece la pena explorar:

  • Bibi-Khanym Mosque: fue una de las mezquitas más grandes del mundo en el siglo XV. Aunque parte de ella está en ruinas, aún conserva su grandeza.
  • Necropolis Afrasiyab: las ruinas de la antigua Samarcanda preislámica. En el museo se exhiben murales del siglo VII que muestran la importancia de la ciudad como centro cultural.
  • Calles del casco antiguo: perderse por los barrios tradicionales permite descubrir una Samarcanda más auténtica, lejos de los grandes monumentos.

Dónde alojarte en Samarcanda

Nosotros te recomendamos alojarte en un hotel cercano a la plaza del Registán, ya que te permitirá visitar a pié la mayoría de puntos de interés de la ciudad. Este mapa te ayudará a decidir:

Nuestra recomendación, por eso, es el Hotel Altair Boutique, en el casco antiguo y a apenas 15 minutos a pié del Registán. O si prefieres un hotel más occidental con más lujo, puedes alojarte en el Movenpick Samarkand.

Cuándo viajar a Samarcanda

El clima de Uzbekistán es continental, con inviernos fríos y veranos muy calurosos. La experiencia cambia mucho según la época:

  • Primavera (abril-mayo): temperaturas agradables, cielos despejados y los jardines en flor. Es una de las mejores épocas.
  • Otoño (septiembre-octubre): clima fresco y días soleados, perfecto para pasear. Temporada alta de turismo.
  • Verano (julio-agosto): mucho calor (35-40 °C), pero también menos turistas y precios más bajos. Si soportas el calor, puede ser una ventaja. Nosotros estuvimos a principios de agosto y fue bueno pasear sin muchedumbres, aunque hay que evitar las horas de máximo calor.
  • Invierno (diciembre-febrero): frío intenso, pero con muy pocos visitantes. Ideal si buscas una experiencia tranquila y sin aglomeraciones.

Cómo llegar a Samarcanda

Llegar a Samarcanda es cada vez más sencillo gracias a la apertura del país al turismo en los últimos años:

  • En avión: Samarcanda tiene aeropuerto internacional con vuelos directos desde Estambul (Turkish Airlines, Pegasus Airlines) y conexiones desde otras capitales.
  • Desde Tashkent: lo más práctico es tomar el tren de alta velocidad Afrosiab, que conecta ambas ciudades en unas 2 horas. También hay trenes nocturnos más económicos.
  • Por carretera: Samarcanda está en la ruta que conecta Tashkent con Bujará. Si viajas en coche o autobús, la carretera es buena y el trayecto dura entre 4 y 5 horas.

Consejos prácticos para tu viaje

  • Tiempo recomendado: dedica al menos dos días para disfrutar de Samarcanda sin prisas.
  • Entradas: la mayoría de los monumentos tienen entrada de pago. Conviene llevar siempre efectivo en moneda local (soms).
  • Vestimenta: respeta los lugares religiosos vistiendo de forma discreta. Las mujeres deben llevar pantalón largo o falta, se ofrecen al entrar a los monumentos en caso de que no se lleve una.
  • Gastronomía: ¡la comida en Uzbekistán es magnífica! no dejes de probar el plov (pilaf), plato nacional a base de arroz, carne y zanahoria, acompañado de un té verde uzbeko. Precisamente el plof de Samarcanda se diferencia del de otras regiones por sus presentación más en capas y las pasas.

Samarcanda, un viaje en el tiempo

Samarcanda no es solo un destino turístico, es una experiencia cultural e histórica única. Pasear por el Registán, admirar la espiritualidad de Shah I Zinda o perderse entre los pasillos del Siyob Bazar te transporta directamente a la época de la Ruta de la Seda.

Visitar esta ciudad es entender cómo Asia Central fue puente entre Oriente y Occidente, y por qué todavía hoy sigue fascinando a viajeros de todo el mundo.

Si estás planeando un viaje a Uzbekistán, Samarcanda debe ser una parada obligatoria en tu ruta.

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